Este juego de horror en formato de instalación artística es muy apropiado para exposiciones de arte. El juego proporciona una experiencia totalmente desagradable a los jugadores al referirse de forma abstracta pero nunca grotesca al tema de la explotación sexual femenina. El juego transmite metafóricamente lo que es estar atrapado, lo que es tan sólo poder decidir sobre tus propios pensamientos pero no sobre tu cuerpo, y cómo tu cuerpo se va desintegrando poco a poco debido a la situación a la que te ves obligada. 

El jugador o jugadora tiene que hacer el “trabajo” de un esclavo sexual, representado con una rutina que el jugador tiene que seguir utilizando los elementos del juego. El jugador o jugadora sólo tiene libertad real en lo que respecta a una cosa: elegir su tipo de pensamientos, que están representados por cartas. Los pensamientos pueden ser positivos, como pensar en las personas queridas o centrarse en los propios sueños. Pero los pensamientos también pueden ser negativos, como la depresión o sentir indiferencia. Mientras se “trabaja” o se hace la rutina, los pensamientos elegidos por el jugador repercuten en lo que ocurre con la representación metafórica del cuerpo físico de la esclava sexual. Los pensamientos positivos mantienen a la esclava sexual con vida, mientras que los negativos hacen que ella se derrita literalmente y acabe muriendo. Sin embargo, los pensamientos van y vienen, y hay un punto de ruptura en el que los pensamientos positivos desaparecen para siempre.

Cada vez que el jugador tiene que hacer el “trabajo”, la rutina del juego, puede intentar escapar. Sin embargo, la probabilidad de liberarse es muy baja, se basa enteramente en la suerte y los pensamientos y disminuye a medida que se agotan los pensamientos positivos con el transcurso del juego.

Después de la interacción con el juego o instalación, los jugadores pueden abrir el cofre y llevarse a casa los restos de la muñeca que representa a la esclava sexual que tuvieron en su sesión (claro, en caso de que haya algún resto).

Con este juego el jugador o jugadora puede reflexionar sobre la vulnerabilidad y desamparo que sufren las personas que son esclavas sexuales y visualizar metafóricamente el detrimento que experimenta el cuerpo y la mente debido a las condiciones y daños que acarrea su situación.